Tipos de Exámenes


La variedad de exámenes a los que los estudiantes se pueden enfrentar es grande. Cada uno tienes ventajas y desventajas según el tipo de conocimiento a evaluar y es más o menos fácil para distintas personas. Conocerlos, saber cómo se desarrollan y cuál es su estructura, permite prepararse y mejorar el desempeño al presentarlos.
Examen oral 
Es aquel en el que se da un diálogo o discusión entre el alumno y el profesor, quien hará en voz alta una serie de preguntas que el alumno deberá responder, o bien exponer y defender sus puntos de vista, también en voz alta.
A diferencia de un examen escrito donde hay tiempo para reflexionar sobre las respuestas, el examen oral va más allá de requerir conocimiento del tema y exige rapidez mental y respuestas instantáneas. En un examen oral el alumno debe ser capaz de explicar con sus propias palabras las respuestas a las preguntas que el profesor le haga. Suele no tener utilidad memorizar respuestas, puesto que el profesor puede cuestionar las respuestas dadas.
El examen oral puede ser aplicado a los alumnos de manera individual, o bien a parejas o pequeños grupos de alumnos, modalidad que permite enfrentar las respuestas de unos y otros para profundizar en la evaluación.
  • Ventajas. Permiten que el examinador aclare, repita, ayude, dé pistas... El estudiante puede corregir sobre la marcha y en ocasiones se da oportunidad de intentar una segunda respuesta, a diferencia de los exámenes escritos.
  • Inconvenientes. Son poco frecuentes y no estamos familiarizados con la técnica, además de que el contacto cara a cara con el profesor puede generar más nerviosismo, sobre todo para las personas tímidas y ansiosas.
  • Requisitos. Tener buena fluidez verbal, buena capacidad de reacción, capacidad de organización mental rápida y dominio seguro del tema del examen.
  • Preparación. Es recomendable repasar los temas en voz alta, primero con un esquema escrito a la vista y después sin él. También puede ayudar repasar con compañeros y explicarse entre sí los temas.
  • Recomendaciones. Mostrar confianza y seguridad en uno mismo, poner atención a las palabras clave de las preguntas, hacer un esquema mental antes de iniciar la exposición, centrarse en lo importante y cuidar la expresión verbal. Las respuestas pueden ser mejor evaluadas si se sigue la siguiente secuencia en cada respuesta:
-Mencionar las ideas principales.
- Desarrollarlas.
- Dar una conclusión. 





Examen escrito

Este tipo de examen es el más común. En él las ideas y respuestas quedan plasmadas en papel. Se cuenta con más tiempo para responder que en el examen oral, o cuando menos se puede pensar con mayor detenimiento antes de contestar, borrar y corregir.
En estos exámenes hay que cuidar la redacción y la ortografía, además de la claridad con que se exponen las ideas. Hay de distintos tipos:
Opción múltiple
Las preguntas vienen con dos o más posibles respuestas, de las cuales sólo una es la correcta. Las demás suelen estar planeadas para parecer correctas y generar algo de confusión a la hora de responderlo. De hecho el nombre coloquial e irónico de estos exámenes es “confusión múltiple”.
  • Ventajas. Cada pregunta tiene consigo la respuesta correcta y sólo hay que reconocerla. La calificación del examen es más objetiva.
  • Inconvenientes. Las respuestas pueden estar redactadas de manera que sea difícil discernir cuál es la correcta. Con frecuencia estos exámenes se aplican en poco tiempo y hay que responderlos deprisa.
  • Requisitos. Buen manejo del tema y capacidad para comprender las diferencias entre las respuestas propuestas. Agilidad mental.
  • Preparación. En los repasos hay que centrarse en comprender los temas, para poder distinguir las respuestas correctas sin caer en trampas.
  • Recomendaciones. Leer con mucha atención tanto las preguntas como las respuestas, localizando las palabras clave. Sirve poner mucha atención a los calificativos, como adverbios y adjetivos. Por ejemplo, los muy generales y absolutos (todo, nada, siempre...) suelen ser falsos, incorrectos o no los mejores. Cuando no sea claro cuál es la respuesta correcta, puede descubrirse por eliminación, es decir, descartar las que se sabe que son incorrectas hasta descubrir la válida. Con frecuencia las preguntas mismas incluyen claves sobre las respuestas.
Preguntas abiertas
Es una lista de preguntas a las que los estudiantes tienen que dar una respuesta explicando, describiendo, ejemplificando y dando argumentos, según sea el caso. Es importante contestar lo que se pregunta; es decir, si se pide definir se debe dar una definición, si se piden ejemplos se deben dar ejemplos… Es muy común que se responda lo que no se pregunta y, por lo general, las respuestas deben ser más o menos breves.
  • Ventajas. Es el examen más común y estar familiarizados con la técnica da mayor tranquilidad y seguridad.
  • Inconvenientes. Es frecuente confundir el enfoque de las preguntas, y hay a quienes sintetizar bien en el espacio disponible o redactar claramente las respuestas les es difícil.
  • Requisitos. Capacidad de síntesis, capacidad de relacionar conceptos, memoria, buena redacción y dominar la materia.
  • Preparación. Al repasar sirve tener presentes las actividades hechas en clase y los ejercicios realizados; las preguntas pueden ser muy similares. También hay que recordar los temas en los que el profesor hizo énfasis y poner atención a las partes destacadas de los textos usados en clase. Una buena idea es tratar de anticipar qué preguntas pueden venir en el examen y pensar en las respuestas.
  • Recomendaciones. Leer detenidamente las preguntas, encontrar palabras claves y asegurarse de que se entendió el sentido. Dosificar el tiempo y planificar para contestar todo el examen; contestar primero las preguntas que se dominen mejor puede ayudar. Contestar exactamente lo que se pide, respetando el espacio disponible. Dedicar un tiempo final para releer y corregir.
De desarrollo
En este tipo de exámenes se le pide al estudiante que desarrolle un tema, como en un ensayo. La idea es que tenga una tesis sobre el tema y la desarrolle con argumentos que la sustenten. En estos exámenes es importante medir bien el tiempo, puesto que éste puede agotarse sin haber explicado adecuadamente la tesis que se desarrolla.
  • Ventajas. Da la posibilidad de demostrar el dominio del tema ampliamente o bien de abordarlo desde una perspectiva que se conozca mejor.
  • Inconvenientes. Dejar abierto el desarrollo del tema facilita la dispersión. Es necesario haber comprendido el tema del examen. La distribución del tiempo también presenta dificultades, puesto que puede agotarse sin haber cerrado la argumentación. La redacción y la claridad con que se exponen las ideas son fundamentales.
  • Requisitos. Buen manejo del tiempo, capacidad para relacionar distintos contenidos, buena redacción y por supuesto haber tenido un aprendizaje general de la materia.
  • Preparación. Repasar los temas principales, hacer diferentes tipos de esquemas de los temas principales y ensayar redactándolos.
  • Recomendaciones. El siguiente esquema es una recomendación de cómo distribuir el tiempo y cómo contestar esta prueba:
  1. Preparación: de 5 a 10 minutos.
    - Leer el enunciado de la pregunta detenidamente.
    - Reflexionar elaborar un esquema-guión de lo que se va a desarrollar.
  2.  Desarrollo: la mayor parte del tiempo disponible.
    - Desarrollar las distintas partes del esquema cuidando respetar la estructura.
    - Incluir citas de autores relevantes para el tema.
    - Redactar las conclusiones.
  3. Revisión: los 5 ó 10 minutos finales.
    - Releer y corregir.
En general, es importante cuidar la presentación para que sea limpia y clara. Se puede destacar lo importante usando subrayados y numeración. Asegurarse de construir correctamente las frases, utilizar los signos de puntuación y respetar las reglas de ortografía.
Estudio de caso
Es muy parecido al examen de desarrollo. Consiste en darle al alumno un caso o problemática a analizar; la respuesta tendrá que ser el diagnóstico y posible solución al problema.
  • Ventajas. También da la posibilidad de demostrar el dominio del tema ampliamente. Se trata de casos o problemáticas tipo a los que el estudiante ya debe estar familiarizado y para cuya solución conoce los conceptos o herramientas.
  • Inconvenientes. No se trata de preguntas directas; que se trate de un problema a resolver, con posibilidades más amplias y con la necesidad de relacionar conceptos, genera nerviosismo a algunas personas.
  • Requisitos. Capacidad de análisis, para relacionar distintos contenidos y conceptos, buena redacción y claridad al exponer las respuestas.
  • Preparación. Repasar los temas principales, hacer diferentes tipos de esquemas de los temas principales y comprender la relación que tienen entre sí.
  • Recomendaciones. Leer con mucha atención el problema y dedicar un tiempo al principio de la prueba a pensar en cuáles de los temas estudiados contribuye a la solución. Seguir un esquema similar al del examen de desarrollo (preparación – desarrollo – revisión).

No hay que olvidar que al presentar un examen hay que estudiar con tiempo, reflexionar y comprender, no sólo memorizar. Esto ayudará a calmar el nerviosismo y la ansiedad.

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